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Video-documental: Linea continua, apertura en la Sur del Cervino para Hervé y Marco Barmasse, padre e hijo

Una historia de amor a la montaña y la familia

El 6 de abril de 2010, publicábamos la información que enviaba el alpinista italiano de el equipo The North Face Hervé Barmasse, sobre una comprometida apertura que había realizado junto a su padre Marco Barmasse, de 61 años, en la cara sur del Matterhorn. Hervé constituye la cuarta generación de guías profesionales de la familia; su bisabuelo, abuelo y padre ya fueron guías y alpinistas de renombre.

La escalada había sido realizado el 17 de marzo de ese mismo año, y fue bautizada como “Linea Continua”, en referencia tanto al corredor por el que transita como a la transmisión de la pasión por la montaña padres a hijos en la familia Barmasse.

La ruta, de 1.200m de longitud, ya había sido intentada por Marco Barmasse en 1985, junto a Walter Cazzanelli, pero era demasiado pronto: “Después de este primer ascenso, tengo que decir que, si mi padre hubiera conseguido esta ascensión en 1985, habría representado una verdadera revolución para la escalada mixta en el mundo. Incluso hoy en día sigue siendo una ascensión de alta dificultad desde un punto de vista técnico y mental. No existe la posibilidad de ascender por hielo, o de asegurar, y caerse simplemente está fuera de consideración. Y no puedo por menos que felicitar a mi padre por haber conseguido una escalada así con 61 años”, afirmaba Hervé Barmasse tras la culminación del proyecto.

De hecho, esta línea fue considerada como “uno de los últimos problemas lógicos de los Alpes” en los finales del siglo XX y no había sido resuelta. Testimonio de ello fue el friend de un intento suizo que los Barmasse se encontraron en la pared.

La escalada hizo honor a estos antecedentes, y resultó muy técnica y, sobre todo, muy comprometida: hay algún largo de 60 metros que tan solo admitió 4 seguros precarios, de los que cumplen más función psicológica que real. Por eso, no quisieron graduar la vía: “No voy a entrar en el grado M de la vía, ya que esto depende de las condiciones que te encuentres cada vez que vayas. Pero puedo afirmar que se trata de una escalada muy difícil, casi sin protecciones, todo ello, agravado por la calidad de la roca, que más que mala definiría como difícil de interpretar...y aunque ascendimos por un corredor, casi no pudimos tocar el hielo". Alpinismo en estado puro, cuya consecuencia es que, una década después, la vía nunca ha sido repetida.

La apertura, por el Coulouir dell Emjambée, comienza en la ruta sur de 1931 y desde ahí continúa directamente por la pared, a la izquierda de la Direttissima de 1983, que ya abrió Marco junto a dos compañeros, y que Hervé ascendió en solitario hace pocos años. Posteriormente se interna en el estrecho corredor que parte por la mitad la pared y que termina en el hombro suroeste a 4.478m de altura. Ascendieron en el día, llegando a cima a las 8 de la tarde y descendiendo a dormir a la cabaña Carrel, a la que llegaron a la 1 de la mañana.

Ahora, con motivo del confinamiento, Hervé cuelga en abierto el video de esta escalada, que se había convertido en un tema recurrente en su familia: “Cada vez que nos reuníamos para una comida familiar, o simplemente para un café, el Couloir acababa convirtiéndose en el principal motivo de conversación. Siempre terminábamos con el Matterhorn, que para los Barmasse represente mucho más que una simple montaña. Ya se han dicho muchas cosas y otras muchas se han escrito sobre este monte; yo solo puedo añadir que llevo el Matterhorn dentro de mi corazón, y que cada vez que paro y lo miro, solo puedo empezar a soñar despierto. Y creo que a mi padre le pasa lo mismo”.

Hervé y Marco Barmasse. Una historia de amor por la montaña y la familia. Foto: H. Barmasse
Hervé y Marco Barmasse. Una historia de amor por la montaña y la familia. Foto: H. Barmasse

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