Vídeo: Michaela Kiersch encadena Era Vella, 9a, Margalef
Una productiva visita de 1 mes de Michaela Kiersch a Margalef culmina con su segundo 9a+, Víctima Perfecta, y con la escalada de Era Vella, 9a. Aquí está el vídeo de la 2ª.
Espectaculares imágenes de la llegada a la cumbre del Makalu del alpinista catalán, el pasado día 23.
Esa experiencia casi lisérgica tuvo contrapartida en el frío. El sol fue muy bienvenido: “Hacía ya un par de horas que el frío había eliminado de mi cuerpo cualquier atisbo de romanticismo lunar para pasar a la vulgaridad de los simples escalofríos. De verdad que pasé frío. Hasta ese punto, al pie del corredor de los franceses, a unos 8100 metros de altura, la ascensión creo que fue fulgurante, y creo que nunca me había encontrado tan fuerte en altura.”
La parte final del Makalu es compleja, más de lo que pensaba Ferrán. Un terreno mixto, más que un corredor, que se recorre en cierta forma al libre albedrío. La subida se ralentizó porque los sherpas decidieron tirar cuerda fija para asegurar el descenso; hubo que esperar.
“La arista de la cima es espectacular, preciosa, altiva y digna de una gran montaña como el Makalu y siempre secundada al fondo por la presencia del Everst y el Lhotse. No se puede pedir más.”
Llegaron entonces a un punto clave, que puede verse en el video: la pre-cima, o falsa cima. El grupo paró, y Hans, Arjuna y Ferrán abrieron el complejo paso hasta la verdadera cumbre. “La escalada de la pre-cumbre es muy impresionante, y ciertamente agotadora, porque además me hundía mucho en la nieve profunda. Y llegados al falsa cumbre es cuando llega la sorpresa. La arista continúa aún más allá, por un hilo precioso que culmina con una de las imágenes más icónicas de la historia del alpinismo: la cima puntiaguda y con el justo espacio para una persona, preciosa pirámide en miniatura para culminar el ochomil más espectacular del planeta. No me extraña que mucha gente se dé la vuelta y no se aventure hasta la verdadera cumbre. Sin ser difícil, la arista es muy aérea y es un poco delicada. Cualquier error es el último, y teniendo en cuenta que todo el mundo llega muy tocado físicamente, cualquier pequeña dificultad añadida puede ser la claudicación final. Incluso a escasos veinte o treinta metros, como es el caso.”
Abrió camino Ferrán, con Hans y Arjuna detrás. Llegó el primero “no por nada. No por ninguna competición. No por poder decirlo. Creo que simplemente fue porque era el que la quería más que nadie. Porque quería estar solo unos instantes. Y ponerme como Terray o como Seigneur, o como mi querido Jordi Camprubí. Hans intuyó que yo deseaba ese momento para mí solo. Se esperó un rato y me hizo una preciosa fotografía. Después subió y nos abrazamos emocionados. Después vino Arjun, un momento de gran felicidad que Boyan, que venía algo rezagado, también inmortalizó."
“Deshaciendo la arista iba saludando al resto de la gente que subía hacia la cima. Bajaba feliz. Mi vida había pasado por aquella pirámide, aquel punto telúrico y único del planeta, y sentía que algo del espíritu de Terray había entrado dentro de mí. Sin duda, el mejor regalo posible, era haberme encontrado con él.”
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