Del running a las carreras por montaña. Diferencias y 15 consejos fundamentales para dar el paso
¿Eres corredor de asfalto?¿Has soñado con dar el salto a las carreras por montaña? Aquí te explicamos a qué te enfrentas y cómo hacerlo.
Consiguen superar los 900m y 27 largos en libre y en el día por primera vez.
Información facilitada por Roger Schali. Fotos: Nicolas Hojac
El pasado día 23 de julio, el suizo Roger Schaeli y el belga Sean Villanueva consiguieron colocar el punto rojo en el día a la larga, expuesta y comprometida vía “La Vida es Silbar”, en la cara Norte del Eiger.
La ruta fue abierta en 1999 por Daniel Anker y Stephan Siegrist, y el primer punto rojo fue para Siegrist y Ueli Steck en 2003. En 2016 Roger Schaeli consiguió el 2 punto rojo con la neozelandesa Mayan Smith-Gobat, tras 3 días de escalada.
Desde entonces, había sido un sueño para el suizo escalarla en el día, con sus 900 metros y 27 largos que transitan por un gran pilar. Una de las escaladas alpinas más comprometidas de los Alpes que empieza en el Stollenloch y continúa por el Rote Fluh hasta el Pilar Checo, repleta de precaria adherencia y con pasos claves verdaderamente explosivos. A todo eso se añade una muy alta exposición para la que se requiere una fortaleza mental muy importante.
El suizo Schaeli y el belga Villanueva comenzaron de noche a escalar. Escalando de forma relajada con excelente ánimo conseguían poner el punto rojo a cada largo con aparente soltura, hasta que con las últimas luces del día alcanzaba el Pilar Checo, consiguiendo la primera escalada en el día de la ruta. Pero no conformes, continuaron hasta el cumbre del Eiger porque, aunque parezca mentira, Villanueva nunca había estado en ella.
Tras un frío vivac amenizado por las ya legendarias habilidades musicales del belga, por la mañana descendieron al valle, en donde Schaeli comentaba: “Ha sido mi escalada favorita en el Eiger por mucho. Un gran sueño se ha hecho realidad, y no podría imaginar un compañero mejor que Sean, y por supuesto...¡su flauta! Gracias a quienes me han apoyado por su paciencia y comprensión”.
Sean Villanueva añadía: “Cuando Roger me llamó y me preguntó si quería venir, ¡¡tan solo le pregunté dónde y cuándo!! Qué privilegio escalar mi primera ruta en la cara norte del Eiger con alguien que ha pasado en ella tantas horas que podría llamarla su hogar. Él tenía mucha presión: había trabajado la ruta, sabía lo que había que hacer, las condiciones eran buenas, y tenía compañero de escalada. Solo quedaba ponerse en marcha. Veía que él sentía que no iba a tener muchas oportunidades como esta, y yo, por el contrario, no tenía expectativas. Estaba allí para apoyar a Roger en su proyecto e intentarlo tan fuerte como pudiera. Me impresionó cómo liberó todos los largos. Con su energía me motivó y escalaba como si él me manejara con control remoto, libre y sin errores. Fue absolutamente mágico. No es una vía para tomar a la ligera, una gran escalada, en la que los largos duros son difíciles y los fáciles son muy serios, con mucha roca suelta y largas tiradas sin poder asegurar. ¡¡¡Ha sido verdaderamente una aventura y un gran día en la montaña!!”
La escalada en el día de La Vida es Silbar les ha servido también como entrenamiento para un proyecto próximo que ambos piensan desarrollar en el Himalaya, y sobre el que informarán pronto.
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