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Nivología I: la importancia de la formación en seguridad frente a las avalanchas

Comenzamos una serie de artículos sobre nivología y avalanchas. Algo fundamental para quienes, alpinistas, esquiadores de travesía, con raquetas de nieve, o en excursiones en la nieve, se adentran en la montaña invernal.

Avalancha de placa. Foto: Chechu Arribas
Avalancha de placa. Foto: Chechu Arribas

Éste es el primero de una serie de artículos sobre nivología y seguridad en terreno de avalanchas de la mano de José Antonio Canela. Este artículo se completa con un segundo -Nivología II: ¿Qué es y para que sirve el Boletín de Peligro de Aludes, BPA?-, y un tercero, -Nivología III: los Mapas ATES y el evaluador de peligro de avalanchas, Avaluator 2.0-

Este ingeniero de minas benasqués es técnico especialista nivel 2 en nieve y avalanchas por la Canadian Avalanche Association (CAA) e instructor-proveedor de cursos de rescate (CRS) y Seguridad en terreno de Aludes (AST1) por Avalanche Canada y MountainSafety.info. Podéis encontrarlo en aboutsnow.org, @tatocanela

Es el coordinador del primer centro en España, y el segundo en Europa, habilitado por Avalanche Canada para impartir los cursos canadienses de Avalanche Skills Training 1 (AST 1) y Companion Rescue Skills (CRS) con certificado canadiense (reconocido internacionalmente), y que son impartidos por el propio José Antonio como miembro activo de la CAA.

Estas publicaciones quieren servir para que todas y todos seamos conscientes de los riesgos reales de la montaña invernal, y de cómo la formación adecuada es absolutamente vital y necesaria para quienes se adentren en la montaña invernal, sean esquiadores, alpinistas, montañeros, raqueteros, o cualquier otra persona.

Puesto que estos artículos no sustituyen a la formación adecuada, sino que pretenden crear conciencia general de lo que significa la montaña invernal, comenzamos el primero de ellos precisamente hablando sobre eso: sobre la importancia del conocimiento y la formación.

La importancia de la formación en seguridad frente a las avalanchas

Por desgracia, entre muchos de los practicantes de actividades deportivas en terreno nevado persiste la idea -errónea- de asumir el riesgo de verse sepultado por una avalancha como algo inherente a cualquiera de estas actividades contra el que poco o nada se puede hacer. Un riesgo hipotético y lejano ante el que cabe poco más que equiparse con el kit de seguridad correspondiente – a veces ni eso- y cruzar los dedos. Como si un conductor ante un viaje por autopista, en lugar de tomar las medidas adecuadas de distancia de seguridad, conducción, etc, asumiera que poco o nada podrá hacer, más allá de ponerse el cinturón de seguridad, si en algún momento surge cualquier imprevisto.

Sin embargo; la realidad y la estadística son tozudas y nos demuestran lo equivocado de este planteamiento: el 90% de los accidentes en avalanchas son provocados por el propio accidentado o alguna de las personas que integran su grupo.

O dicho de otra manera: el 90% de los accidentes por avalanchas son causados por una secuencia de toma de decisiones errónea y podrían evitarse con una planificación y temporización adecuadas.

Y aquí es donde entra en juego la formación. Nos permitirá:

  • Disponer de una imagen mucho más precisa de qué es una avalancha
  • Conocer cuáles son sus tipos
  • Conocer cuáles son sus causas
  • Conocer las herramientas de que disponemos para reducir nuestra exposición y vulnerabilidad frente al riesgo de avalanchas.

Disponer de estos conocimientos -necesarios para evaluar los múltiples factores que influyen en el desencadenamiento de las avalanchas, y sin los cuales no deberíamos salir a la montaña invernal- es una tarea que precisa dedicación, estudio y formación de la mano de nivólogos profesionales que están en continuo reciclaje y formándose sobre las últimas novedades y avances durante toda su carrera profesional.

Ciclo de avalanchas en Benasque, febrero de 2018. Foto: José Antonio Canela
Ciclo de avalanchas en Benasque, febrero de 2018. Foto: José Antonio Canela

La formación será la única manera de poder introducir en nuestra toma de decisiones factores clave, tales como el ángulo de la pendiente, la cohesión entre las diferentes capas que conforman el manto nivoso, la rugosidad del terreno y su morfología y así hasta completar un larguísimo etcétera que, sin duda, puede resultar apabullante para todo neófito que decida empezar por su cuenta con su formación sobre seguridad en terreno de avalanchas.

Conocer qué es y qué no es terreno de avalanchas y conocer las condiciones de la nieve y del manto nivoso nos ayuda a evitar estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. La montaña siempre está ahí, pero las condiciones de la nieve cambian en cuestión de horas y lo que ayer estaba estable, hoy puede ser una trampa mortal.

El signo de los tiempos, claro está, también influye en la manera que nos enfrentamos a los peligros de la montaña.

Atrás quedaron los días en que el esquí de montaña en condiciones de gran acumulación de nieve nueva estaba reservado a los más experimentados, mientras el resto se conformaba con esperar a que el calor de la primavera estabilizara el manto en su totalidad. Hoy en día, para bien y para mal, con mayor o menor criterio, son muchas las personas que, en esas condiciones, salen al monte. Y muchas de ellas no deberían hacerlo con sus conocimientos, jugando a suerte o verdad.

Analizando el manto nivoso. Foto: José Antonio Canela
Analizando el manto nivoso. Foto: José Antonio Canela

Personas que no solo se ponen en riesgo a ellos: también a los demás. Cuando una avalancha se desencadena, cualquiera que esté por debajo puede ser alcanzado. Por eso, la formación correcta en nivología no solo es algo necesario para nuestra protección, sino un deber frente a los demás.

Igualmente, los antaño largos procesos de documentación, observación e intercambio de información con guías y montañeros locales a la hora de aventurarnos en macizos desconocidos son sustituidos estos días por la inmediatez de la descarga de un track para el GPS desde un blog o una aplicación; lo cual acaba llevando a estampas, por desgracia, tan habituales últimamente cada invierno, como ver grupos de montañeros embarcados en rutas de verano totalmente desaconsejadas por su peligrosidad y exposición una vez que la nieve llega a las montañas.

Por tanto, señalar una vez más la importancia de una formación consistente y exhaustiva que nos ayude a desterrar malos hábitos y a identificar los itinerarios más seguros para poder tomar buenas decisiones mientras exploramos las montañas en busca de la nieve polvo, de un lejano corredor para escalar o de parajes de ensueño que ollar con nuestras raquetas.

Conocimientos y experiencia que nos ayuden a decantarnos por buenas decisiones para reducir el riesgo que tomamos nosotros mismos y nuestro grupo:

  • Elección de terreno
  • Medición fiable de pendientes
  • Identificación a toda costa las laderas propensas a la actividad de avalanchas
  • Utilización correcta de las diferentes herramientas existentes hoy en día para reducir nuestra exposición
  • Y, por supuesto, que nos ayude a desentrañar la información que un Boletín de Peligro de Aludes nos ofrece, qué tipo de información nos da y como debemos utilizarla de forma correcta para la planificación de nuestros itinerarios.

Otro aspecto muy importante y fundamental de la seguridad frente a las avalanchas es aprender qué hacer si las cosas salen mal, es decir, si nos vemos involucrados en un incidente de avalancha. La última carta de la que disponemos es el rescate de compañero o autorrescate.

  • Conocer y portar el equipo básico de seguridad de avalanchas adecuado para la ocasión
  • Saber emplearlo y cómo llevar a cabo un rescate básico y eficiente en caso de que se produzca una avalancha y necesitemos tratar de localizar a otros compañeros del grupo que han quedado sepultados

Esto es fundamental. Y no hay otra receta que formación consistente y exhaustiva afianzada con mucha, mucha práctica, preferiblemente tutorizada.

Practicas y simulacro de rescate. Foto: José Antonio Canela
Practicas y simulacro de rescate. Foto: José Antonio Canela

Material de seguridad

Los conocimientos y experiencia en nivología son fundamentales. Pero, a pesar de que con los conocimientos y experiencia adecuado, seremos capaces de gestionar el riesgo de forma adecuada, es necesario estar familiarizado con el kit de seguridad para avalanchas y tener claros los protocolos de rescate. Es una de las partes más importantes de la formación y que, además, necesita ser practicada asiduamente para, llegado el caso, poder ejecutarla con maestría.

Eso sí: no deja de ser un último cartucho que es mejor no tener que usar jamás. Nuevamente: formación, buena planificación y buena toma de decisiones. Y es que cada vez más esquiadores, alpinistas y excursionistas equipados con kits de seguridad, e incluso sofisticadas mochilas airbag, comenten el error de aventurarse por terreno de avalanchas, en el que no entrarían si no lo portaran, alentados por la sensación de invulnerabilidad que les ofrece su equipamiento último modelo ante una eventual avalancha. Es la homeostasis del riesgo: cuánto más equipados vamos más riesgos tomamos.

Sin embargo, la estadística nos advierte sobre el alto porcentaje de víctimas mortales en avalanchas causado por traumatismos debido a grandes bloques de nieve, piedras, árboles o caídas al vacío. Si tu único miedo frente a las avalanchas es el ahogamiento, te queda mucho por aprender y, seguramente, tu kit último modelo más que salvarte la vida acabe poniéndote ante un peligro mortal.

Mammut Pack Barryvox Light Europe

En estos artículos os explicamos todo sobre el PAS, material de seguridad obligatorio compuesto por pala, ARVA o DVA y sonda, y sobre las mochilas airbag antiavalanchas:

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