Vídeo: Michaela Kiersch encadena Era Vella, 9a, Margalef
Una productiva visita de 1 mes de Michaela Kiersch a Margalef culmina con su segundo 9a+, Víctima Perfecta, y con la escalada de Era Vella, 9a. Aquí está el vídeo de la 2ª.
El BPA -Boletín de Peligro de Aludes- es una herramienta fundamental para planificar nuestras salidas a la montaña.
Éste es el segundo artículo de la serie de 3 que hemos dedicado a la nivología, escritos por José Antonio Canela. Aquí tenéis el primero y el tercero que completan la serie:
José Antonio Canela es un ingeniero de minas benasqués, técnico especialista nivel 2 en nieve y avalanchas por la Canadian Avalanche Association (CAA) e instructor-proveedor de cursos de rescate (CRS) y Seguridad en terreno de Aludes (AST1) por Avalanche Canada y MountainSafety.info. También es el coordinador del primer centro en España, y el segundo en Europa, habilitado por Avalanche Canada para impartir los cursos canadienses de Avalanche Skills Training 1 (AST 1) y Companion Rescue Skills (CRS) con certificado canadiense (reconocido internacionalmente), y que son impartidos por el propio José Antonio como miembro activo de la CAA. Podéis encontrarlo en aboutsnow.org, @tatocanela
En estos artículos explicamos todo lo necesario sobre la elección de ARVA, Mochila Airbag Antiavalanchas, y Pala y Sonda (esto último, más complejo de lo que podría parecer).
En caso de duda, os recomendamos consultarlos antes de vuestra compra.
Lo que la mayoría hace es escuchar el grado de peligro que se extrae del Boletín (2, 3, 4, etc), y pensar que, a partir de ahí, y según el grado, puede salir o no. Y no es así.
El Boletín de Peligro de Aludes (y la nivología) es una cosa más compleja, que se debería conocer antes de tomar esas decisiones, porque el peligro cero no existe, excepto cuando no hay nieve, o hay tan poca que no pueden producirse avalanchas. Y necesitamos conocimientos y datos para poder valorar el riesgo en cada momento.
En Europa aún escasean determinados estudios estadísticos, pero los norteamericanos (estadounidenses y canadienses) son muy claros:
Como puede verse, la cosa no es tan sencilla como escuchar que hay peligro 2, y olvidarnos de todo lo demás. Teniendo en cuenta, además, que en España mucha gente considera que con peligro 2 estamos en una situación muy segura en la que casi no es necesario gestionar el riesgo.
Por el desconocimiento sobre la existencia de los BPA en nuestro país, por la escasez de lectura y uso de esta herramienta, por la ausencia de conocimientos necesarios para entender la información dada en un BPA, y por la confusión entre peligro y riesgo que existe, vemos de gran ayuda y utilidad focalizar esta segunda entrega de Nivología sobre estos boletines. Para que se entienda qué es, qué información nos da, y cómo debemos interpretarla y utilizarla en la fase de planificación de nuestras salidas.
Antes de empezar, destacar que entender el BPA nos sirve como base de preparación de la actividad, y nos ayuda en la toma de decisiones y gestión del riesgo en la montaña, pero no sustituye a la formación en nivología necesaria, tanto en prevención como en rescate. Con los datos del BPA y nuestra formación podremos preparar el itinerario y tomar en el terreno las decisiones adecuadas en cada momento según nuestra valoración.
Es muy típico, como decíamos, que aquí se simplifique, de manera que se minusvalore el riesgo y que se piense que se puede salir simplemente evitando algunas laderas. No es así. Hay que valorar en cada momento, y aunque las herramientas como el BPA nos ayudan mucho, son nuestros necesarios conocimientos los que nos hacen tomar las decisiones adecuadas en el terreno.
Toda aquella persona que haga actividad invernal tiene que realizar los cursos adecuados para formarse y minimizar los riesgos.
El riesgo tiene en cuenta la exposición y la vulnerabilidad frente a un peligro, y lo podemos gestionar. Y el BPA nos da los datos necesarios para que podamos, con nuestros adecuados conocimientos, valorar nuestro riesgo junto a los otros ingredientes de la ecuación.
Riesgo= Peligro x exposición x vulnerabilidad
Por eso, basarse en un número de peligro y que eso sirva para no gestionar, por descuido o desconocimiento, nuestro riesgo, es un grave error.
Es una información muy valiosa sobre las condiciones de avalancha actuales, y sobre los problemas que vienen asociados según la distribución de la nieve en la montaña.
Sus objetivos son:
Por resumir, y de forma general, nos indicará:
Los BPA deben convertirse en una herramienta obligatoria y básica para planificar nuestras salidas. Nos ayudará a prepararlas y fijar nuestros objetivos para el día: zonas expuestas y protegidas, zonas que pueden visitarse y zonas que deben evitarse, ruta más segura según condiciones existentes.
Nos haremos una imagen general de la situación que nos rodea, y así podremos hacer una valoración local en base a las observaciones realizadas en tiempo real durante la salida, y a nuestros conocimientos y experiencia. (Reiteramos: es fundamental formarse convenientemente. Realiza cursos con profesionales)
Además, leyendo cada día el BPA, vemos como varía, y podremos utilizarlo para llevar un control de la evolución del manto nivoso y de los problemas durante la temporada.
Es importante puntualizar que los Boletines funcionan, única y exclusivamente, para las montañas que se encuentran fuera de los dominios esquiables de las estaciones de esquí.
En ellas, son los propios artificieros de las estaciones los encargados de gestionar y mitigar los riesgos producidos por las avalanchas mediante desencadenamientos artificiales (explosores GAZ-EX, cargas manuales con explosivos y Secubex, etc.), minimizando el riesgo.
Fuera de pistas es diferente: ahí somos nosotros quienes debemos gestionar nuestra decisiones y acciones, que pueden tener consecuencias graves para nosotros y el resto de esquiadores.
En España es la Agencia Estatal de Meteorología, AEMET, órgano oficial que informa sobre todas las cadenas montañosas del país, pero además hay varios organismos y centros de predicción locales. La Val d’Aran cuenta con el centro Lauegi, gestionado por el Conselh Generau d’Aran; en el Valle del Aragón se encuentra el centro Alurte, y en Cataluña el ICGC (Instituto Cartográfico y Geográfico de Cataluña) quien lo realiza para todo el Pirineo catalán.
Sin embargo, y a pesar de algunos centros de predicción en diferentes valles, sería de gran ayuda para AEMET, como entidad oficial, disponer de un número mayor de observaciones por todo el Pirineo mediante la creación de grupos de trabajo expertos en muchos más lugares. Es un elemento de seguridad básico para la creciente comunidad de la montaña invernal, y sería bueno que mejorara la exactitud de la información facilitada.
En ellos no encontraremos información relativa a las condiciones que tiene una ladera en concreto, ya que son elaborados para un área extensa de terreno. Incluso algunos son regionales, con un área mayor de 100 kilómetros cuadrados.
Es muy importante emplear siempre que podamos el Boletín de Peligro de Aludes para el valle al que vayamos, y no alguno cercano. Pueden marcar condiciones muy diferentes.
La información contenida en la cúspide de la pirámide (grado de peligro) es la más importante, pero sin el resto de condicionantes de la pirámide, no la sabremos entender en su totalidad.
De arriba a abajo la pirámide nos indica:
La terminología empleada es estándar e internacional. Existe un glosario en www.avalanches.org, para que el vocabulario se emplee de forma objetiva.
A continuación, describimos cada uno de los niveles de la pirámide, para aclarar su significado y que de esta manera sea más fácil interpretar un BPA y solucionar dudas que puedan surgir:
Esta información es la más importante, pero como decíamos, no tenemos que quedarnos en ella, y pensar que el número de grado de peligro es lo único que debemos mirar (y además, en la mayoría de los casos, malinterpretando), ya que ignoraríamos elementos tan importantes como la estabilidad del manto, o la probabilidad de desencadenamiento de avalanchas.
Por ejemplo: con peligro 1- débil- el manto se encuentra generalmente bien estabilizado, pero podemos esperar aludes pequeños o medianos de origen natural en laderas muy inclinadas (>35º) o en terreno especialmente favorable. En este caso, para un desencadenamiento de origen accidental (un esquiador, por ejemplo) la sobrecarga del manto debe ser muy fuerte (más de 1 esquiador sin respetar las normas de seguridad). No obstante, el peligro, aunque reducido a determinadas circunstancias muy concretas, sigue existiendo por la presencia de nieve en la montaña.
No debemos olvidar una cosa: el único momento en el que no hay peligro de avalanchas es cuando no hay nieve suficiente para que se produzcan, o cuando directamente no hay nieve. Eso tan peligroso que se hace en nuestras latitudes de “riesgo 2, ni pienso”, no sirve.
Este tipo de información suele darse en forma de gráfico dónde se muestran los tipos de problemas de avalanchas que existen según las orientaciones y altitudes.
Normalmente, se utilizan gráficos, como el de una roseta donde aparecen descritos los puntos cardinales de las orientaciones en tres niveles diferenciando las altitudes.
En muchos países se utilizan las cotas en formato numérico, mientras que otros países distinguen entre terreno alpino (terreno de alta montaña por encima de los 2200-2300 msnm), línea de árboles (transición entre el bosque y el terreno alpino de unos 300m) y por debajo de la línea de los árboles (zona de bosque más densa).
Tienen como objetivo describir las situaciones típicas que se dan en terreno de avalanchas y ayudar en la evaluación del peligro a todos quienes vamos a la montaña invernal.
Según la meteorología pasada y presente el problema será uno u otro, o hasta un máximo de 3 a la vez. Siempre estarán colocados por orden de importancia.
Estos problemas provienen de:
En la práctica, nos indicarán:
Para conocer más a fondo los problemas típicos de aludes recomendamos entrar en: https://www.avalanches.org/downloads/#avalancheproblems
En la elaboración de los BPA, y más en concreto cuando tenemos que analizar y describir la probabilidad del peligro de avalanchas, tenemos que conocer la distribución espacial del peligro (aislado, específico o generalizado), la sensibilidad a que pueda ser desencadenado (muy difícil, difícil, fácil o muy fácil), y el tipo de carga.
En los boletines se utiliza un lenguaje probabilístico de 5 niveles para describir la probabilidad:
También pueden aparecer mostrados gráficamente.
Además, en algunos boletines aparecen un pequeño texto dónde los predictores pueden dar alguna información referente al problema típico y su calidad de unión con el resto de estratos, recomendaciones de circulación segura, o información que creen que pueda ser importante que conozca la gente.
Si está en 5º lugar es porque es la base para desarrollar el resto, se emplea para crear el boletín, pero no es obligatorio que aparezca en los boletines. Mejor si está, y tenemos conocimientos para analizarla.
La estructura del manto nivoso es la encargada de determinar la formación de avalanchas y por ende el grado de peligro, teniendo en cuenta factores como:
Son factores que influyen directamente en la estabilidad del manto. Este tipo de información es recabada mediante la realización de perfiles estratigráficos y de test de estabilidad en lugares representativos del área de predicción o estudio de cada zona, y son factores que influyen directamente en la estabilidad del manto.
En la mayoría de las ocasiones se encuentra una breve descripción del estado del manto nivoso y de si ha habido o no actividad reciente de avalanchas.
En cuanto a la meteorología cabe decir que se encarga de determinar las condiciones para la formación de las avalanchas por su afección directa a las propiedades y estructura del manto de nieve, y de cómo será su evolución durante toda la temporada de nieve.
Por ende, el grado de peligro está directamente relacionado con la meteorología: si tenemos buen tiempo o anticiclónico los problemas de avalanchas están relativamente tranquilos, pero si nos encontramos en lo contrario (borrascas o mal tiempo viento, nieve o lluvia, temperaturas, etc.) debemos extremar las precauciones porque los problemas de avalanchas nos estarán esperando. Se nos puede informar de la precipitación recibida en las últimas horas, de la velocidad y dirección del viento, etc.
Es importante recordar que la meteorología es la que determina la evolución y estado del manto de nieve y por ello un condicionante muy importante que se tiene en cuenta en la elaboración de los BPA. Pero, debido a la gran incertidumbre latente detrás de la meteorología y los pronósticos meteorológicos, la predicción de avalanchas a futuro se ve afectada, y pueden darse errores en la predicción y estimación del grado de peligro de avalanchas.
Este tipo de información se vuelca en los análisis y evaluaciones que se llevan a cabo para la elaboración de los boletines, de manera que puedan ser analizados por quienes tienen los conocimientos necesarios.
Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.
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